Seguidores

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Instante 52




- ¿Sabes qué es lo que más me jode de él?
Que muchas veces me pone nerviosa y no sabe por qué, y eso aún me pone más nerviosa.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Instante 51




"Nunca digas adiós, porque decir adiós, significa decir, irte lejos, irte lejos significa irse. E irse, significa olvidar."

Yo nunca te dije adiós. Me daba miedo.
Nuestra relación ha estado lleno de hastaluegos, quizátevea y cuidate pero nunca nos atrevimos a decirnos adiós. Y quizá, ese sea precisamente el problema.
Por mucho que nos queramos, por mucho que nos deseemos, por mucho que nos peleemos, por mucho que nos gritemos, ese grito siempre vuelve.
Y sé que, de un modo u otro, nunca te irás de mi vida.
Quizá sólo nos una ese pánico a decirnos adiós o quizá sea mucho más.
Pero mientras haya un algo, tú estarás ahí para mí y yo estaré ahí para ti.

jueves, 9 de agosto de 2012

Instante 50



Un día me iré, me iré de verdad.
No sé si me ves, del todo capaz.
De cambiar, nombre y edad, y si me encuentras decirte:
"¿De quién me estás hablando?"
No, no, no, no lo haré, jamás.
Me falta valor, o fuerza vital.
¿De qué me sirve salir de esta inmensa ciudad,
si de quien pretendo huir, seguirá dentro de mí, y eres tú?
Eres tú. Si puedo escapar, es con la mente.

lunes, 19 de marzo de 2012

Instante 49



Ni se te ocurra pedírmelo.
No me pidas una explicación.
No me pidas que elija entre tú o mi vida.
Estoy hasta las mismisimas napias de discusiones de madrugada, de jugar al pilla pilla, del me pico y no respiro y de tu jodido orgullo.
Estoy harta que tus ahora sí, ahora no.         
Y si me preguntas si te quiero, me reiré en tu cara, porque si no sabes ya la respuesta es que eres un maldito gilipollas. Y te lo digo así de claro, GILIPOLLAS.
Lo sabes de sobra y no te voy a seguir alegrando los oídos con versos que no entiendes.
Hoy te digo blanco y mañana te diré negro.
(Ya me conoces, o eso pensaba)
Si eres listo, sabrás esperar.
Ahora me toca a mí vivir la vida.

(Mon Petit Cabroin.)

Esto es tan sólo una pausa por incompatibilidad de caracteres. (Porque hay veces que dos palabras no pueden ir escritas en una misma frase)

domingo, 26 de febrero de 2012

Instante 48



Después de milcuatrocientosochentayseis días, nuestra historia se acabó; para mí claro, para ti acabó hace siglos.
Durante estos días me he perdido, me he encontrado, y me he vuelto a perder.
Me he subido a trenes hacía ningún lugar y, me he tirado desde aviones sin paracaídas. Y llegué hasta ese punto en el que todo y nada importa, perdida en una ciudad que, a veces, está tan descolocada como yo, sin rumbo fijo.
Ese punto en el que acepté que ya no estarías, acepté la ausencia, acepté no ser el punto cardinal de tu vida, acepté las verdades incómodas, acepté que todas esas palabras ya hacía mucho tiempo que habían caducado.
Fue raro, muy raro, vivir sin sobresaltos, sin mariposas atrapadas, sin preguntarme si mañana estarías, sin bipolaridad.
Hasta que llegó el día, el día en el que descubrí que ya no te necesitaba, que descubría que no era a ti a quien echaba de menos, sino que echaba de menos que no llegaras a ser lo que necesitaba que fueras.

(Pero no me hagas mucho caso, debe ser que hoy es uno de esos domingos astrománticos)

martes, 21 de febrero de 2012

Instante 47

 
Hoy es uno de esos días en los que ardo por dentro. Es de esos días en que no me importa si hay gente alrededor, una caricia tuya y ardería. Es de esos días en los que es obligatorio gritar de placer, provocarnos en las esquinas, desnudarnos con las miradas y hacerlo en todos lados menos en la cama . De esos en que las palabras sobran y nuestros juegos son pura excitación, en los que el autocontrol no vale de nada. De esos que superan a los anteriores, superan incluso a los que aún no tenían nombre, a los de verano.  Quiero inventarme juegos y probarlos contigo.  Embriagarnos con alcohol y amor, con frío y calor interior. Quiero empañar las ventanas y cantarte Incendios de nieve.

lunes, 30 de enero de 2012

Instante 46



Vale, lo gritaré lo más alto posible. Que te peten. Pero bien petado. Que te pongan en el corazón una diana y que te tiren dardos, a ver si así sientes algo. Que ese ego tan grande que tienes te explote de una puta vez. No, no puedes. No puedes venir aquí, subir las manos por mis piernas, y pensar que las voy a abrir. Ya vale. ¿No te cansas? Enserio, ¿no te cansas de decepcionarme tanto? Te gusta jugar, pero no que jueguen. Conmigo las cosas no van así. Si entras en mi cama una noche, tendrás que quedarte hasta que suene la alarma. Nada de irse a escondidas a ciertas horas de la madrugada. Si me pides un cigarro después de un orgasmo, no te lo negaré. Pero antes de que des la última calada quiero otros muchos revolcones.
Al final siempre soy yo la que pierde el culo por ti. La que utiliza la lengua para hacerte caricias en el cuello.
Me he cansado ya de noches en vela, esperando señales tuyas. De quedarme sentada en la cama, con la almohada en la cara, maldiciendo cada segundo en los que te regalé mi felicidad. Yo hoy con tus Te quiero me limpio el culo. Prometo que mañana no te llamaré. Ni mañana, ni pasado. Y yo si cumplo mis promesas.